El multivitamínico puede ser un suplemento ideal para sentirnos con más energía en periodos de mayor cansancio y estrés o también durante el embarazo y otras etapas de la vida. Pero, ¿todos podemos tomar complementos vitamínicos? ¿Cuándo se aconsejan realmente? Hoy profundizamos sobre ello y damos respuesta a todas las incógnitas sobre este tema. También te sugerimos nuestro Máster en Nutrición para que conozcas más sobre la ingesta de suplementos alimenticios para la mejora de la salud.

¿Qué es un multivitamínico?

Cuando hablamos de un multivitamínico nos referimos a un suplemento dietético que aporta un extra de nutrientes que nuestro cuerpo requiere para su buen funcionamiento. Se pueden ingerir en forma de pastilla, sobre, líquido o cápsulas.

El objetivo de los suplementos vitamínicos es cubrir carencias nutricionales que podamos tener en determinadas épocas de nuestra vida. Eso sí, la principal forma de beneficiarnos de las vitaminas y minerales necesarias es la alimentación. Como su propio nombre indica, hablamos de un complemento y por tanto siempre será un añadido a una dieta sana, variada y equilibrada.

Tipos de suplementos vitamínicos

Encontramos distintos tipos de multivitamínicos en función de su composición:

  • Vitaminas solubles en agua: no se almacenan en las células del organismo e incluyen a las vitaminas B y C.
  • Suplementos solubles en grasa: son los que se acumulan en las células del cuerpo como la vitamina A, D, E y K.
  • Minerales: contienen zinc, hierro, magnesio, fósforo, potasio, selenio y cobre.
  • Otros también contienen antioxidantes, licopeno y luteína.

¿Cuándo es necesario tomar vitaminas extra?

La alimentación equilibrada, el deporte y un buen descanso son los pilares fundamentales para gozar de buenas condiciones de salud. A ello, hay algunos grupos de personas que podrían añadirle la ingesta de algún complejo vitamínico para cubrir el déficit de vitaminas y minerales que pueda haber.

¿Para quién se indica la ingesta de vitaminas y minerales en forma de suplemento?

  • En los casos en que la persona siga dietas restrictivas y poco calóricas.
  • Embarazadas y mujeres en periodo de lactancia pueden requerir un suplemento de hierro según la recomendación médica.
  • Deportistas que practican entrenamientos de alta intensidad pueden precisar la ingesta de algún multivitamínico para mejorar su rendimiento deportivo.
  • Mayores y adolescentes en etapa de crecimiento pueden necesitar algún suplemento alimenticio para fortalecer los huesos.
  • Veganos, vegetarianos y alérgicos/as que deben evitar determinados alimentos en sus comidas y que quizá no pueden optar tanto a la variedad.
  • Bebés y niños para evitar la falta de calcio y de vitamina D.

Los peligros de excederse con los suplementos

El consumo de suplementos vitamínicos puede ser idóneo en los casos referenciados (y siempre que lo valore un especialista) pero,  todo en su justa medida. Y es si los ingerimos en exceso, puede suponernos problemas de salud como los siguientes:

  • Ingerir vitamina D más allá de lo necesario podría suponer alteraciones en el ritmo cardíaco.
  • Un consumo sobrepasado de calcio puede causar estreñimiento, absorción del hierro y aumentar el riesgo de que se produzcan cálculos renales.
  • Si nos excedemos con el hierro, podemos sentir molestias gastrointestinales o en casos extremos sufrir fallos multiorgánicos.
  • La ingesta excesiva de ácido fólico afectar acarrear un déficit de vitamina B12.