La gestión emocional nos permite poner nombre a lo que sentimos, aceptarlo y, en la medida de lo posible, regular todas esas sensaciones. Dicho así parece una tarea fácil, pero nada más lejos de la realidad. Y es que conseguir gestionar bien las emociones es un reto inabarcable para una gran mayoría.

En este artículo vamos a ver en qué consiste la gestión emocional y cómo podemos desarrollar esta habilidad para favorecer el crecimiento personal y el bienestar. Si quieres ir más allá y aprender las técnicas más efectivas para regular y expresar las emociones, nuestro máster en salud mental te puede interesar.

¿Qué es la gestión emocional y para qué sirve?

La gestión emocional consiste en procesar e identificar las diferentes emociones que sentimos. El miedo, la rabia o la alegría son algunos ejemplos claros de reacciones mentales y físicas que experimentamos ante un evento concreto, y que alteran nuestro equilibrio.

Cabe apuntar que, tal y como señalan expertos como el psicólogo y divulgador científico Javier Agüera en esta entrevista, existen diferencias entre los varios tipos de emociones. Por una parte, están las emociones innatas como el miedo o la alegría y, por otro lado, están las emociones secundarias, que son las que se aprenden a lo largo de la vida, como la vergüenza, por ejemplo, que es adquirida.

Las emociones, tanto si son positivas como negativas, tienen un fuerte impacto en nuestra salud mental. Y es que, “nos preparan y nos activan para reaccionar de forma contextual a nuestro entorno”, señala Agüera.

En este sentido, saber gestionar toda esa carga emocional es necesario para tener un mayor autocontrol y potenciar el autoconocimiento. Asimismo, gestionar bien las emociones sirve para empatizar mejor con los demás y relacionarnos de manera más efectiva.

¿Se pueden controlar las emociones?

A diferencia de lo que se cree, en general, ni deberíamos ni podemos tener un control total de las emociones, como explica el psicólogo Agüera. “Más que controlarlas, se trata de convivir con las emociones, aceptarlas y tratar de regularlas, y a partir de ahí, decidir que hacemos con ellas”. Sobre el control de las emociones, el especialista señala tres aspectos clave:

  • La idea no es controlar las emociones, sino fluir con las mismas.
  • Las reacciones emocionales nos aportan siempre un aprendizaje.
  • En lugar de reprimir las emociones lo más importante es ver cómo podemos enfocarlas de forma sana y sacar un beneficio de ello.

¿Cómo hacer una buena gestión de las emociones?

Teniendo claro que, más que controlar, debemos enfocarnos a reconocer y regular las emociones, ¿cómo podemos gestionar bien lo que sentimos? La clave está en trabajar la inteligencia emocional. “Desarrollar esta capacidad permite identificar la emoción, localizarla en el cuerpo, ponerle nombre, saber por qué sentimos esa emoción y en qué nos puede ayudar sentirla”.

Esa habilidad para reconocer las emociones hará que hagamos una mejor gestión de las mismas y, consecuentemente, reduciremos la inestabilidad emocional y las sensaciones negativas que podemos experimentar en varias situaciones.

También es importante recordar la importancia de pedir ayuda siempre que se necesite La psicoterapia es una de las mejores herramientas para guiar a las personas en los procesos del autoconocimiento y la aceptación emocional. El trabajo emocional es objeto de estudio en los procesos terapéuticos, donde los pacientes desarrollan sus capacidades de inteligencia emocional y aprenden a lidiar con las emociones negativas que repercuten en su bienestar.

Estudiar psicología y psiquiatría

5 técnicas sencillas para gestionar las emociones

Existen múltiples emociones y todas ellas vienen originadas por contextos específicos. Por ello, como explica el psicólogo Javier Agüera, no existe una herramienta única y universal que se emplee para abordar la gestión emocional de forma genética. No obstante, sí podemos optar por algunas técnicas que ayudan a modular las emociones.

1. Hacer deporte

¿Sabías que las emociones que tienen que ver con la ira o la rabia se regulan muchísimo a través de la práctica de actividad física? Realizar ejercicio ayuda a liberar las tensiones y también a potenciar el autoestima. A pesar de que muchos perciben el deporte como una forma de mejora física, ejercitar el cuerpo no solo repercute en la apariencia, sino también en la salud mental.

2. Practicar técnicas de meditación y Mindfulness

Se ha demostrado que meditar es una de las formas más efectivas para conectar con la calma, reducir las preocupaciones y canalizar la ansiedad. Eso sí, es importante ser constante con la práctica y aplicarla de forma regular. Así, en pocas semanas se comienzan a notar los efectos positivos que contribuyen a una mejor gestión emocional.

3. Dormir y dejar reposar las emociones

Cuando descansamos nos relajamos y, en la mayoría de casos, no despertamos sintiendo las mismas emociones que el día anterior (al menos no con la misma intensidad), como apunta el especialista Agüera. Por lo tanto, el descanso puede ser otra herramienta útil para conseguir una mejor regulación emocional.

4. Limitar las preocupaciones

Un pequeño hábito que puede ayudar a mejorar la gestión emocional es reservar un tiempo en el día para ocuparnos de las preocupaciones, un momento en el que estemos más calmados y podamos dedicarnos a reflexionar. De esta forma, evitamos cargar nuestra mente 24/7 de problemas que acentúan continuamente la ansiedad.

5. Encontrar vías de escape

En esos momentos en que nos sentimos desbordados por las emociones, puede ayudar refugiarnos ahí donde nos sentimos más “a salvo”.

Hay quienes les funciona dibujar o pintar mandalas, otros logran evadirse escuchando música o saliendo a correr. Salir con los amigos, disfrutar de un paseo con la mascota o, simplemente, tener un espacio propio y estar en soledad… Son muchas las opciones y a cada uno/a le resulta más efectiva una u otra, pero para todos/as existe esa vía de desconexión.

Aprende a regular las emociones

Estudiar el doble Máster Salud Mental + Intervención Social en Drogodependencias para abordar los trastornos relacionados con el consumo de sustanciasLa gestión emocional se aprende a base de práctica y de aprendizaje. Como hemos visto, desarrollar esta habilidad pasa por mejorar la capacidad de hacer frente a los conflictos y las emociones que se derivan de los mismos. En este sentido, es fundamental trabajar la aceptación emocional, lo cual significa a la vez aprender a regular las emociones y tolerar mejor los impulsos.

¿Te gustaría desarrollar las habilidades de gestión emocional? Si es así, en Escuela de Postgrado de Medicina impartimos el máster en salud mental online, un programa que profundiza en la influencia de las emociones en la conducta y donde aprenderás sobre aspectos como estos:

  • Relación entre la emoción y la conducta.
  • Funciones de las emociones.
  • Tipos de emociones: primarias y secundarias,
  • Efectos positivos y negativos de las emociones.
  • Formación de las emociones.
  • Inteligencia emocional y técnicas para gestionar las emociones. 

A través de este máster, además, estudiarás otras cuestiones relacionadas con la salud mental, como la valoración del estado mental, los tipos de intervención y prevención psicológica y los tratamientos en forma de psicoterapia para abordar diferentes tipos de trastornos y problemas psicológicos.