Siempre se ha dicho que hay que esperar un par de horas para bañarse para evitar sufrir cortes de digestión. ¿Es realmente así? Hoy profundizamos en este tema y vemos cuáles son sus síntomas, por qué se producen y cómo se pueden prevenir.
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¿Qué son los cortes de digestión?
Cuando hablamos de cortes de digestión nos referimos a la detención brusca de dicho proceso. Principalmente ocurre cuando nos metemos en el agua al terminar de comer, pero también puede deberse a otras causas. Podemos padecerlos al realizar ejercicio intenso después de una comida o por tomar el sol en temperaturas elevadas. Esto sucede porque la sangre que se concentra en el estómago no fluye adecuadamente y, por tanto, no aporta el oxígeno suficiente a los músculos que se ejercitan.
Cuando en el proceso de digestión el cuerpo entra en contacto con bajas temperaturas, la sangre se irá repartiendo por todo el organismo para compensar la pérdida de calor. Esto desencadena mareos y vómitos, principales síntomas de un corte de digestión. En otras palabras, lo que se produce es un choque térmico que puede dar lugar a una parada súbita de la digestión. Una afección que se denomina realmente hidrocución.
Sin embargo, varios especialistas médicos avalan que la hidrocución no se produce tanto por la digestión, sino que podría darse en cualquier situación de cambio brusco de temperatura. No obstante, tradicionalmente, se habla de tener cuidado de bañarse cuando hacemos la digestión porque durante este proceso nuestro estómago requiere más sangre y, por lo tanto, se complicaría más el curso del flujo sanguíneo hacia el cerebro.
¿Cuáles son los síntomas de un corte de digestión?
Dependiendo de la sintomatología, en algunos casos, la persona no puede reaccionar, ya que pierde el conocimiento. Sin embargo, si observamos estas señales, los expertos aconsejan salir del agua de manera inmediata y estirarse. La idea es volver a recuperar la temperatura y mejorar el flujo sanguíneo.
¿Qué sientes en un corte de digestión? Presta atención a los principales signos y síntomas de los cortes de digestión o síndrome de hidrocución:
- Mareos y náuseas.
- Piel pálida y enrojecimiento en algunos casos (en forma de urticaria).
- Visión borrosa.
- Exceso de sudoración.
- Pérdida del conocimiento.
- Escalofríos.
- Pitidos en los oídos.
- Bajada de la presión arterial.
Cómo evitar un corte de digestión
Los expertos recomiendan seguir un serie de pautas básicas para evitar los cortes de digestión:
- Entrar al agua progresivamente. Es decir, hay que mojarse el cuerpo poco a poco para acostumbrarlo al cambio de temperatura.
- No realizar comidas copiosas previamente al baño.
- Lo ideal es esperar dos horas antes de entrar al agua, especialmente si hemos comido en exceso.
- Hidratarse lo suficiente.
- No beber líquidos fríos tras entrenamientos intensos.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.