Aumentar las defensas es clave para prevenir la predisposición a sufrir gripes, resfriados y catarros. Asimismo, contar con un sistema inmunitario fuerte hace que estemos menos expuestos a contraer enfermedades como es el caso del Covid-19 en la actualidad. ¿Sabías que hay alimentos y hábitos determinados que refuerzan especialmente tu organismo? Te lo explicamos a continuación. No obstante, si quieres profundizar en el concepto de alimentación saludable y conocer cuáles son los nutrientes esenciales, te sugerimos nuestro Máster en Nutrición para adquirir un conocimiento más profesional en este ámbito de la salud.

¿Por qué es importante fortalecer el sistema inmune?

¿Sabes exactamente a qué nos referimos cuando hablamos de sistema inmunitario? Bien, hablamos de un conjunto de tejidos, células y proteínas que nos protegen de agentes externos e internos para evitar contraer diferentes bacterias, parásitos y virus que pueden dañar nuestro organismo.

Por ello, si no contamos con un sistema inmunológico fuerte y sano, estamos mucho más expuestos a padecer diferentes patologías que pueden ir desde un resfriado hasta una reacción alérgica u otras enfermedades de mayor riesgo como los distintos tipos de cáncer, por ejemplo.

En este sentido, es importante prestar atención a las señales que nos envía nuestro cuerpo para saber si nuestra respuesta inmunitaria será la esperada. La bajada de defensas se puede manifestar de muchas formas, entre las cuales destacan las siguientes:

  • Heridas que tardan en cicatrizar.
  • Infecciones recurrentes.
  • Propensión a diarreas.
  • Encías inflamadas.
  • Dolor muscular.
  • Cansancio excesivo.

Alimentos para aumentar las defensas

Entonces, ¿cuáles son los medios para fortalecer nuestra salud y subir las defensas? La alimentación, sin duda, es una de las principales aliadas. Llevar una dieta rica en comida real, no ultraprocesada y a base de alimentos naturales es clave para estar en buenas condiciones de salud. Eso sí, hay algunos alimentos que ayudan a aumentar las defensas y que sí o sí deben estar en tu alimentación diaria. ¡Toma nota!

  • Cítricos, fresas, pimiento, brócoli, kiwi, papaya y todos aquellos alimentos ricos en vitamina C que son claves para combatir las infecciones.
  • Pescados como el salmón, la caballa o el atún, fuente de ácidos grasos Omega-3.
  • Arándanos, espinacas, pipas de girasol, entre otros antioxidantes para aumentar las defensas.
  • El pavo o el pollo, altos en vitamina B6, la cual estimula la producción de glóbulos rojos sanos.

Otros alimentos que son esenciales para cuidar el sistema inmune son el té verde, el yogur, el kefir, los boniatos, el chocolate negro, la granada y, cómo no, el ajo, el jengibre y la cúrcuma por su poder antiinflamatorio y antibacteriano.

Hábitos que fortalecen tu respuesta inmune

Unido a la alimentación, el estilo de vida también cumple un papel fundamental para jugar a favor o en contra de nuestras defensas. En cierta manera, potenciar o no la inmunidad depende de ti. Y es que, además de llevar una dieta equilibrada, variada y saludable, así como enriquecida con los alimentos mencionados, también es esencial que tomes nota de las siguientes recomendaciones y que las pongas en práctica:

Descansar bien

Dormir entre 7 y 8 horas diarias contribuye a recuperar la energía y a fortalecer las defensas día tras día.

Ser optimista y estar alegre

¿Sabes que las emociones tienen un claro impacto sobre el sistema inmunitario? Y qué mejor forma que nutrirlo de felicidad.

Practicar ejercicio de forma regular

Mantenerse activo es esencial para estar más ágil y fuerte si tenemos que combatir diferentes estados patológicos. Así que dedica unos 30 minutos cada día a activar tu cuerpo y sumarás salud.

Tener una buena higiene

Cumplir con una higiene adecuada y lavarse las manos con asiduidad es otra práctica que nos ayuda a estar más sanos y a prevenir enfermedades.

Liberar el estrés

Estar en calma es indispensable para mantener las defensas a flote. La depresión, la angustia y la ansiedad restan energía y perjudican la respuesta inmunológica.