Las teorías criminológicas permiten abordar la delincuencia y prevenirla. A través de los distintos enfoques que ofrece cada una de ellas es posible detectar las causas del comportamiento delictivo y afrontarlo de manera eficiente. ¿Quieres conocer cuáles son? Te lo contamos a continuación.

¿Cuáles son las teorías criminológicas? Ejemplos

Algunos ejemplos de teorías criminológicas incluyen la famosa teoría del etiquetamiento o la teoría de las ventanas rotas. Ambas constituyen dos de las principales teorías acerca de la delincuencia y permiten entender las causas y el origen del vandalismo y el crimen.

Aunque existen cerca de veinte teorías fundadas acerca del crimen y la delincuencia, podemos reducir las más importantes en las siguientes 4 corrientes criminológicas que existen:

1. Teoría del etiquetamiento

Esta corriente criminológica se originó entre los años 60 y 70. Según este enfoque, el delito es una desviación de la conducta de una persona. Se entiende que es una consecuencia del peso que tiene sobre un individuo el hecho de ser etiquetado negativamente en la sociedad. Por ejemplo, este postulado presta una atención especial a la conducta de minorías o colectivos que suelen catalogarse de manera negativa, y cómo esto afecta a su conducta.

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2. Teoría de las ventanas rotas

Esta corriente es una de las más conocidas en el entorno de la criminología por su aplicación por parte del ayuntamiento de Nueva York. Esta ciudad tenía unos altos niveles de criminalidad en los años 80 y 90 y se decidió poner en práctica la teoría de las ventanas rotas. ¿En qué consiste?

Según sus desarrolladores James Q. Wilson y George L. Kelling, la percepción positiva del entorno urbano ayuda a que se reduzca el vandalismo y la criminalidad. Es mejor arreglar el problema cuando este es pequeño: un edificio con ventanas rotas atraerá el vandalismo y, a medio plazo, también puede atraer la delincuencia. Lo mismo ocurre con la acumulación de basura, el mobiliario urbano descuidado, etc.

3. Teoría de las actividades rutinarias

Este enfoque se desarrolló a finales de los años 70 por parte de Lawrence E. Cohen y Marcus Felson. Ambos defienden que existe una conexión estrecha entre las rutinas de una persona y las acciones ilícitas, y que el delito se produce cuando coinciden tres elementos:

  1. El delincuente tiene una motivación para cometer un crimen o delito.
  2. La víctima o el objetivo son fáciles de alcanzar.
  3. Falla el control social para proteger a la víctima o al objetivo.

4. Teoría de la elección racional

Finalmente, encontramos esta corriente criminológica. Cornish y Clarke desarrollaron la teoría de la elección racional en 1986 bajo la premisa de que las personas que cometen delitos lo hacen basándose en un juicio. Los criminales sopesan las oportunidades y los beneficios que obtendrán, y evalúan el riesgo que supondría para ellos el ser atrapados.

Buscan su propio beneficio, lo que supone que tienen un propósito racional para cometer un delito o un crimen y que llegan al mismo a través de un proceso de toma de decisiones. Es decir, que toman la decisión de manera racional.

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