Mañana 4 de febrero es el Día Mundial contra el Cáncer, una enfermedad que millones de personas siguen combatiendo en todo el mundo. Ante este contexto, los avances en la investigación, el acceso a una mayor información y la adopción de hábitos que nos previenen del cáncer, son cuestiones clave para poder salvar más vidas.

Con motivo de su conmemoración, en las siguientes líneas profundizamos en el diagnóstico y los factores de riesgo en el cáncer. Hablemos sobre qué es la oncología y qué tipos de patologías oncológicas existen, así como de sus causas y formas de prevención.

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¿Qué es la oncología?

Siguiendo la definición propuesta por el Instituto Nacional del Cáncer, la oncología es la “rama de la medicina especializada en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer”. Esta es una enfermedad que se produce cuando un grupo de células normales del organismo evolucionan de forma anómala generándose un bulto o tumor, a excepción de la leucemia (cáncer de la sangre) tal y como apuntan desde el portal World Cancer Day.

En la especialidad de oncología médica se incluye el uso de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia, así como otras terapias y medicamentos para abordar la enfermedad. Asimismo, la oncología engloba las aplicaciones de la cirugía y otro tipo de intervenciones que erradican o disminuyen los efectos del cáncer.

Tipos de cáncer que se abordan desde la oncología

De acuerdo a la clasificación de la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), el tipo de cáncer se define en función de la célula a partir de la cual se desarrolla. Siguiendo este patrón, se pueden distinguir 5 tipos de enfermedades oncológicas o cáncer:

Carcinoma

Es el cáncer que se produce a través del revestimiento celular que protege los órganos, invadiéndolos y formando metástasis en los ganglios linfáticos y otras áreas del cuerpo. Algunos ejemplos de carcinoma son el cáncer de pulmón, de estómago, de mama o el colorrectal.

Sarcoma

Es el tipo de cáncer que se origina en los huesos y los tejidos blandos (músculos, grasa, vasos sanguíneos, nervios y otros tejidos que sostienen y rodean a los órganos). Existen tres tipos principales:

  • Leimiosarcoma: deriva de las células del músculo liso.
  • Liposarcoma: comienza en las células grasas.
  • Osteosarcoma: cáncer de huesos.

Linfoma y mieloma

Estos son los tipos de cáncer que tienen sus raíces en el sistema inmunitario. Por una parte, el linfoma es el cáncer del sistema linfático, el cual atraviesa todo el cuerpo. Por otro lado, el mieloma tiene su origen en las células plasmáticas, cuya función es clave para hacer frente a las infecciones.

Leucemia

Se trata del cáncer de los leucocitos y de la médula ósea, y puede ser de varios tipos. Los más comunes son la leucemia linfocítica y la leucemia linfocítica crónica.

Cáncer cerebral y de la médula espinal

Dependiendo de la célula donde se origina, y de dónde se localice el tumor en el sistema nervioso central, existen varios tipos de tumores cerebrales y de la médula espinal. Si bien es cierto que algunos pueden ser benignos, otros se pueden extender y reproducir.

Factores de riesgo y prevención del cáncer

Sabiendo qué es la oncología y qué tipos de cáncer hay, vamos a ver qué causas incrementan menos o más el riesgo de padecer una enfermedad oncológica. Lo cierto es que podemos hablar de múltiples causas, como la edad o la genética, que no son modificables. Sin embargo, hay otros factores de riesgo que sí podemos cambiar.

¿Sabías que alrededor de un tercio de los casos de cáncer se pueden evitar? La clave está en reducir los riesgos asociados a la alimentación, la actividad física y la conducta, como estos:

Alcohol

La ingesta de bebidas alcohólicas contribuye a desarrollar cáncer, especialmente de mama, colorrectal, de boca y de garganta, de esófago, de hígado y de estómago.

Tabaco

Las múltiples sustancias que componen el tabaco y que entran en los pulmones, recorriendo el organismo, causan no solo cáncer de pulmón, sino también de boca y otros tipos de cáncer.

Obesidad y sobrepeso

Tener un exceso de peso se traduce a un mayor riesgo de desarrollar cáncer, como el colorrectal o el pancreático.

Alimentación

El consumo de carnes rojas y procesadas, de productos altos en sal, azúcares, harinas y aceites refinados en la dieta favorecen la aparición del cáncer. De ahí la importancia de llevar unos hábitos alimenticios saludables, priorizando la ingesta de verduras y frutas, proteínas, grasas buenas y carbohidratos de calidad.

Ejercicio físico

El sedentarismo es otro de los factores de riesgo modificables que incrementan el riesgo de padecer cáncer. Es esencial llevar una vida activa y mantenerse en movimiento para prevenir enfermedades y tener una mejor calidad de vida.

Radiación artificial

Los rayos x y los rayos ultravioleta, entre otras formas de radiación, predisponen a sufrir enfermedades oncológicas como el melanoma o cáncer de piel, independientemente de si la tonalidad es clara o oscura.

Estrés y ansiedad

Si bien es cierto que no hay evidencia científica de que el estrés fomente el inicio del cáncer, sí puede favorecer su progresión, tal y como indica una reciente investigación publicada en la revista Nature, recabada por Anabel Eckerling y sus colaboradores de la Universidad de Tel Aviv.

Riesgos laborales

Es el caso de personas que trabajan en la industria química, expuestas a sustancias cancerígenas.

Infecciones

Según la UICC, los agentes infeccciosos como el virus del papiloma humano (VPH) o Helicobacter pylori, provocan entorno el 2,2 millones de muertes por cáncer al año.