Las asanas de yoga son la base para alcanzar el equilibrio entre cuerpo y mente. Está demostrado que esta disciplina aporta importantes beneficios sobre la salud física y emocional y, por ello, cada vez son más los que se suman a su práctica. ¿Te gustaría probarlo pero no sabes cómo empezar? Quédate con nosotros porque te proponemos cinco posturas básicas para iniciarte fácilmente en casa. Y, si por el contrario, quieres capacitarte para instruir esta actividad, también puedes formarte con nosotros con el Máster en Yoga Terapéutico + Máster en Pilates y capacitarte como monitor profesional.

5 asanas de yoga para practicar en casa

Iniciarte en el yoga puede aportarte múltiples beneficios físicos y emocionales. Esta práctica ayuda a mejorar la flexibilidad, a corregir la postura corporal, a aliviar tensiones, así como dolores cervicales y lumbares y, también, aunque no lo creas, puede contribuir a la pérdida de peso.

A continuación, te proponemos cinco posturas para iniciarte en esta disciplina. Eso sí no olvides inspirar y expirar siempre por la nariz y mantener la espalda lo más recta posible. ¡Toma nota!

1- Guerrero I

Hay muchas variantes de la posición de guerrero en el yoga pero, para empezar, te proponemos esta: de pie, inspira y da un paso hacia atrás y flexiona la rodilla de la pierna de delante, subiendo los brazos de forma paralela y manteniendo la cabeza erguida.

Esta asana mejora la movilidad de la cadera, favorece nuestro equilibrio y nos ayuda a tonificar glúteos y piernas, a la vez que activamos el core.

2- Perro Boca Abajo

Esta es otra asana imprescindible en las rutinas de yoga para principiantes (y también para los que no lo son tanto). Es una postura que ayuda a tonificar toda la musculatura de las piernas y también la zona de la columna.

En posición de plancha, levanta las caderas hacia arriba y lleva el cuerpo hacia atrás formando una V invertida. Puede que al principio no toques con los talones al suelo pero, ¡no fuerces! Verás como poco a poco y con constancia lo irás consiguiendo.

3- Postura del corredor

Es una de las asanas de yoga que nos permite oxigenar el cerebro y a estirar, a la vez que fortalecer, la zona de la espalda y de las piernas.

Para ejecutarla, siéntate sobre los talones (manteniendo los pies juntos), separando las rodillas al ancho de la cadera. Exhala y baja la espalda hasta llegar al suelo con la frente. Los brazos puedes colocarlos a ambos lados hacia atrás o, si quieres trabajar la zona de los hombros puedes ponerlos hacia adelante.

4- Halasana

También conocida como la Postura del Arado, esta es una de las asanas semi-invertidas por excelencia en el yoga. A primera vista, puede parecer muy complicada pero verás que no es para tanto. Para realizarla, colócate boca arriba y poco a poco, lleva la cadera por encima de la cintura espacular, con los pies hacia atrás (quedando estos por detrás de la cabeza) y con los brazos estirados.

¿Sabías que esta postura estimula la circulación sanguínea, libera la zona lumbar y que, además, favorece la digestión? ¡Pruébala!

5- Savasana

La savasana es una de las mejores asanas de yoga para finalizar la práctica. Simplemente debes colocarte estirado/a boca arriba con las piernas extendidas y los brazos relajados a ambos lados. Inhala y exhala. Relájate en esta postura antes de dar por finalizada la sesión y ¡Namaste!