La dependencia emocional es una de las conductas que más se trabajan en las consultas de los psicólogos/as. Está claro que la socialización es una de las bases que construyen nuestra felicidad, pero sobre ello es fundamental ver cómo se viven esas relaciones y si son realmente sanos los vínculos que se establecen. Sobre esta y otras alteraciones psicológicas se profundiza en el Máster en Salud Mental, que puedes cursar para ampliar los conocimientos en este ámbito.

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es un tipo de apego patológico basado en comportamientos afectivos que alteran la autonomía de la persona.

En este sentido, una persona dependiente es aquella que presenta una necesidad afectiva extrema, principalmente hacia la pareja sentimental. Esto puede traducirse a dificultades para tomar decisiones de forma independiente, a un sentimiento de desamparo al estar en soledad, a la incapacidad de cuidar de uno mismo y a un temor desproporcionado a ser abandonado.

Causas del apego patológico

Pero, ¿qué nos lleva a construir este tipo de apego?, ¿por qué se produce la dependencia emocional?

Entre las causas destaca una baja autoestima y una elevada inseguridad y, como consecuencia de ello, un miedo persistente a estar solo, lo cual afecta a la relación de pareja, puesto que la continuidad de este vínculo está marcada por el temor a que pueda terminarse.

Además, si no existe ese sentimiento de autoestima y autovaloración, es más frecuente la necesidad de que otros nos valoren y nos quieran, para conseguir la seguridad de la que nosotros carecemos.

Por otra parte, si analizamos la dependencia en el amor romántico, también encontramos que este apego negativo viene desencadenado por pensamientos que nos han inculcado, tales como que el amor todo lo puede o que se necesita a una pareja para sentirse completo.

Seguro que conoces, por ejemplo, el mito de la media naranja. Siempre se ha difundido la idea de que somos seres incompletos, que necesitamos de nuestra otra mitad para completar la parte que nos falta. Este tipo de creencias románticas erróneas llevan también a establecer relaciones de dependencia con la pareja.

Cómo identificar a un dependiente emocional

Existen diferentes síntomas que señalan cuándo una persona es dependiente. Algunas de las señales de alerta son las siguientes:

  • Miedo excesivo y constante a la separación.
  • Idealización (incapacidad para ver los puntos negativos de la pareja).
  • Sensación de inestabilidad en la relación sentimental.
  • Sentimientos de inseguridad e inferioridad.
  • Dificultad para la toma de decisiones y práctica de acciones de manera independiente.
  • Tendencia a dejar de lado amistades y otras relaciones.
  • Problemas de adaptación a nuevas situaciones.
  • Temor exagerado al rechazo y necesidad de agradad.
  • Alta disposición a ser subordinado.
  • Incomodidad al estar en soledad.
  • Incapacidad para dejar una relación tóxica.
  • Necesidad de otra persona para evitar la sensación de vacío y sentir felicidad.
  • Tendencia a depresión o ansiedad.
  • Falta de asertividad en las relaciones de pareja.

Cómo acabar con la dependencia emocional

Superar la dependencia emocional es esencial para crear lazos positivos con los demás, pero sobre todo, para establecer una relación sana y nutritiva con uno mismo. ¿Cómo? Siguiendo estas pautas.

  • El primer paso es reconocer que nuestro tipo de conducta dependiente, aceptarlo y concienciarnos de que no resulta positiva bajo ningún concepto.
  • Otro aspecto fundamental es empezar a trabajar y a reforzar el autoestima, ya que a partir de ahí todo viene rodado. No te olvides de ti y de tu desarrollo personal, ¡es clave!
  • Aprender a estar solo es también esencial, ya que para disfrutar del tiempo con los demás, primero hay que comenzar por valorar nuestro espacio y los momentos que pasamos con nosotros mismos.
  • Valorar la independencia emocional y encarar el futuro con valentía y determinación.
  • También es importante ser consciente de que nadie necesita a nadie para ser una persona completa. Romper con las creencias erróneas que se difunden sobre el amor romántico e incondicional, también es otro paso determinante.

Y recuerda que, en el caso de que necesites ayuda para terminar con esa conducta emocional adictiva, puedes acudir a un psicólogo/a para emprender el cambio que necesitas.