La estimulación cognitiva potencia las capacidades de memoria y atención, la percepción y lenguaje, así como las funciones ejecutivas, entre otras capacidades cerebrales. Te explicamos cómo entrenar y potenciar estas habilidades para mejorar el bienestar cognitivo. Amplía tus conocimientos en este ámbito con el Máster en Neuropsicología y especialízate en este campo de estudio a nivel profesional.

¿Qué es la estimulación cognitiva?

La estimulación cognitiva se refiere a un conjunto de actividades y técnicas para promover las funciones cognitivas generales. Esto se traduce a aplicar ejercicios de memoria, atención, aprendizaje, concentración lenguaje y relacionados también con las funciones ejecutivas, las praxias y las funciones viso espaciales.

Las acciones de estimulación de las capacidades cognitivas buscan reforzar o mantener el funcionamiento cerebral y retrasar el deterioro cognitivo. De esta forma, se previenen problemas de memoria relacionados con la edad, enfermedades neurodegenerativas y demencias tipo Alzheimer, vaculares o cuerpos de Lewy.

Cómo trabajar las capacidades cognitivas

Estimular las capacidades cognitivas tiene el objetivo de activar las funciones cerebrales. Esto se consigue a través de técnicas de entrenamiento cognitivo como los juegos de mesa o pasatiempos como la búsqueda de diferencias, los sudokus y las sopas de letras.

Asimismo, son útiles otras prácticas de la vida cotidiana. Explicar cómo preparar una receta paso a paso, recordar un momento de felicidad y relatarlo, por ejemplo son otros ejercicios que estimulan las funciones cognitivas.

Actividades para estimular las funciones cognitivas

El neuropsicólogo Andrés Sardinero, propone una serie de ejercicios que los adultos puedan trabajar la memoria, las funciones ejecutivas, la percepción y otras habilidades relacionadas en su cuaderno de fichas de estimulación cognitiva, como los siguientes. Todas las actividades propuestas siguen los modelos teóricos y principios basados en la neuropsicología cognitiva.

Atención

Los ejercicios que estimulan la atención permiten mejorar y mantener las capacidades de concentración y atención en diferentes ámbitos: orientación espacial, nivel de alerta, atención ejecutiva, focalizada, sostenida y selectiva, entre otros.

En este caso se aporten actividades de cancelación, como rodear con un círculo el estímulo que se propone, ya sea una imagen, una letra o un símbolo. O también son efectivos los ejercicios de repetición, en que la persona debe encontrar la imagen que se repite.

Otras alternativas son las fichas de recorridos, donde aparece una secuencia sin orden y la persona debe trazar el camino con sentido y sin levantar el lápiz del papel.

Funciones ejecutivas

En sus fichas de actividades de estimulación cognitiva, el neuropsicólogo Andrés Sardinero propone ejercicios de ordenar acciones en una sucesión temporal lógica o razonar sobre diferencias. Por ejemplo, en una imagen hay tres palabras: “lámpara”, “árbol” y “bombilla”. La idea es que la persona elimine el término que es diferente.

A través de la estimulación de las capacidades ejecutivas se trabaja la semántica, la memoria operativa, así como el razonamiento y la comprensión lingüística.

Lenguaje

En el programa de actividades de lenguaje es muy efectivo proponer a la persona que ordene palabras descolocadas, formando frases con  sentido. Otras opciones son: completar frases con verbos que se han omitido, artículos y preposiciones faltantes o indicar sinónimos y antónimos, por ejemplo.

Memoria

Aquí el entrenamiento cognitivo consiste en trabajar primero las habilidades de aprendizaje y seguidamente las capacidades de memoria.

Las actividades se basan en mejorar el recuerdo de la información visual y verbal, de los rostros, de las historias y sucesos, de localizaciones, de objetos, etc.

Percepción

Para trabajar la percepción son idóneas las técnicas que estimulan la capacidad de la persona para distinguir objetos de su entorno. En este caso, se profundiza en la forma, el color, el tamaño, la posición y otras características de los estímulos visuales.

Así, por ejemplo, la persona tiene que identificar qué imagen no comparte el mismo tamaño que la foto de referencia.

Lectoescritura y visoconstrucción

Las fichas de entrenamiento cognitivo en lectoescritura y visoconstrucción fomentan las capacidades relacionadas con las praxias, el control motor de la escritura, la mecánica de la lectura y el cálculo simple.

En este contexto, se recomienda realizar ejercicios de dibujo de objetos, de conteo, de escritura y lectura.