Identificar los síntomas de la Esclerosis Múltiple es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes que la padecen. Con motivo del Día Nacional sobre esta enfermedad y para conocer mejor su diagnóstico y vías de tratamiento, dedicamos este artículo a profundizar sobre ello. Si quieres aprender más sobre esta y otras enfermedades degenerativas puedes formarte con nuestro doble Máster en Neurología y Neuropsicología, online o a distancia y con tutorías personalizadas.

¿Qué es la Esclerosis Múltiple (EM)?

La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune y degenerativa que afecta al sistema nervioso central, produciendo daños en las neuronas y desencadenando una disminución de las funciones cerebrales y de la médula espinal.

Se trata de una enfermedad que puede provocar discapacidad física y cognitiva, interfiriendo en la calidad de vida del paciente. Los síntomas de la Esclerosis Múltiple los veremos con más detalle a continuación, pero se suelen empezar a dar entorno a los 25 y 30 años de edad.

A nivel mundial, esta patología la sufren aproximadamente 2 millones y medio de personas y, en España la prevalencia va en aumento hasta alcanzar los 80 – 180 casos por cada 100.000 habitantes, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Síntomas de la Esclerosis Múltiple

¿Cómo empieza la Esclerosis Múltiple? Los signos de esta enfermedad varían en función de la magnitud de la lesión en los nervios y de cuáles de ellos estén dañados. Con lo cual, algunas personas pueden sufrir fatiga y pérdida de sensibilidad en algunas partes del cuerpo. Mientras que, en otros casos, puede darse una disminución severa de la función cerebral, pérdida de visión o parálisis.

En general los síntomas de la Esclerosis Múltiple se clasifican de la siguiente forma:

Problemas visuales

En la Esclerosis Múltiple son comunes las alteraciones relacionadas con la capacidad visual. Entre los principales síntomas destaca la visión borrosa o doble de forma prolongada y, en casos más graves, se puede dar la pérdida de visión de manera parcial o completa.

Entumecimiento

Al verse afectada la función de la médula espinal, se producen señales que pueden resultar negativas para el organismo y, cuando esto sucede, se genera la pérdida de sensibilidad y cosquilleo en la cara, los brazos, las piernas y los dedos.

Fatiga crónica

El 80% de los pacientes con Esclerosis Múltiple presentan fatiga y debilidad crónica por el deterioro que se produce en los nervios de la médula espinal. También son comunes los problemas de coordinación y equilibrio, y puede haber tendencia a sufrir vértigos.

Alteraciones en las habilidades cognitivas

Aproximadamente la mitad de los afectados tienen problemas de atención, dificultad para organizarse y falta de memoria.

Inestabilidad emocional

La depresión, los cambios en el estado de ánimo y, en general los trastornos psicológicos, son recurrentes entre las personas con EM.

Espasmos y dolores musculares

Según el Atlas de la EM, entre el 20% y el 60% de los pacientes sufren dolor crónico y espasmos musculares. Por ello, la rigidez y las molestias espasmódicas son frecuentes, especialmente en las piernas y en la zona lumbar.

Opciones de tratamiento

Si bien es cierto que la Esclerosis Múltiple (EM) no tiene cura, los investigadores han aportado varios tratamientos para mitigar su avance y mejorar, en la medida de lo posible, la calidad de vida de los pacientes que padecen la enfermedad.

A día de hoy, las formas de tratamiento se orientan a acelerar la recuperación de los síntomas de la Esclerosis Múltiple y pasan por métodos como los corticosteroides y el intercambio de plasma.

Además, se controla y alivia el progreso de la enfermedad mediante terapias modificadoras con medicamentos inyectables y orales.

Por otro lado, destacan otros tratamientos de la Esclerosis Múltiple que contribuyen a mejorar el bienestar del paciente. Ejemplo de ello son los relajantes musculares, los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular y los medicamentos para reducir la fatiga y activar todo el cuerpo.