El riesgo cardiovascular se asocia a una mayor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, como la los accidentes cerebrovasculares y el infarto de miocardio. Existen diferentes factores de riesgo, entre los que destaca la hipertensión arterial, que incrementan la prevalencia de este tipo de patologías, como vemos a continuación. A través del Postgrado en Técnicas de Enfermedad en Cardiología también puedes ampliar los conocimientos en este campo.

¿Qué es el riesgo cardiovascular?

Riesgo cardiovascular se refiere a la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares. Este tipo de patologías se caracterizan por impactar en las arterias del corazón y en otros órganos vitales como el cerebro, los riñones y los miembros inferiores.

Los problemas cardíacos, como el infarto, la trombosis, la embolia o la hemorragia cerebral, son la principal causa de muerte especialmente en los países más desarrollados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, más de 17 millones de personas mueren cada año como consecuencia de las enfermedades cardiovasculares.

¿Cuáles son los riesgos cardiovasculares?

La probabilidad de sufrir o no una enfermedad cardiovascular depende fundamentalmente de los factores de riesgo cardiovasculares asociados a cada paciente. En este caso, podemos hacer una clara distinción entre aquellos aspectos que no se pueden modificar, como la edad, el sexo, la raza y los antecedentes familiares.

En el caso del género, cabe destacar que una mujer tiene un 50% de probabilidad de morir en un ataque cardíaco, mientras que en los hombres el porcentaje se reduce a un 30%. Según un estudio publicado en el ‘European Journal of Preventive Cardiology’, las mujeres con una presión arterial elevada tienen una mayor predisposición a padecer síndromes coronarios agudos en la mediana edad. Un hecho que no se evidencia en los hombres, según los investigadores.

Por otra parte, tenemos los factores que sí pueden modificarse sobre los que podemos actuar para reforzar la prevención, como son los siguientes:

  • Hipertensión arterial (presión arterial alta).
  • Aumento del colesterol.
  • Diabetes.
  • Obesidad y sobrepeso.
  • Sedentarismo.
  • Tabaquismo.
  • Abuso de alcohol.
  • Ansiedad y estrés.

Cómo prevenir las enfermedades cardiovasculares

La prevención de enfermedades cardiovasculares se basa en intervenir sobre los factores de riesgo que sí podemos modificar o controlar, aplicando hábitos como estos:

  • Dejar de fumar.
  • Llevar una dieta sana y equilibrada.
  • Controlar el colesterol.
  • Practicar ejercicio de forma regular y mantener una vida activa.
  • Controlar la tensión arterial.
  • Reducir el consumo de alcohol.
  • Disminuir la ingesta de medicamentos.
  • Tener un peso saludable.

Los primeros cuatro factores se asocian al síndrome metabólico. Este se evidencia cuando en la persona se detectan al menos tres de las siguientes alteraciones: obesidad abdominal, colesterol bueno (HDL) bajo e incremento de los triglicéridos, glucosa alta y aumento de la presión arterial.

La hipertensión arterial como factor de riesgo cardiovascular

En el Día Mundial de la Hipertensión, recordamos que la presión arterial alta es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardíaca. Por ello es esencial concienciarnos sobre la importancia de adoptar un estilo de vida saludable para prevenir una tensión elevada y, asimismo, las alteraciones cardiovasculares que se puedan derivar de ello.

La hipertensión arterial alta puede dar lugar a enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, alteraciones en los ojos, obesidad, aumento del colesterol, entre otros problemas de salud.

La presión arterial es normal si está por debajo de 120/80 mm Hg. En el caso de que la presión sistólica se sitúe entre 120 y 129, y la presión diastólica sea menor de 80, hablaremos de una tensión arterial elevada.

Cómo mantener una presión arterial adecuada

Como hemos dicho anteriormente, existen una serie de hábitos que contribuyen a mejorar la salud cardiovascular y, al mismo tiempo, a evitar la hipertensión arterial:

  • Es indispensable llevar una dieta saludable, priorizando la ingesta de frutas y verduras y reduciendo el consumo de sal.
  • Hay que evitar el sedentarismo y hacer ejercicio al menos tres veces a la semana.
  • Dejar el tabaco y el alcohol.
  • Respetar las horas de descanso necesarias.
  • Llevar un control de la medicación por el especialista en cada caso.