La cistitis es una patología recurrente (sobre todo en mujeres) y que especialmente se incrementa con la llegada del verano. Los baños, el sudor y las altas temperaturas son la combinación perfecta para atraer la proliferación de bacterias. Por ello, es importante saber cómo se puede prevenir la infección de orina y qué recomendaciones debemos seguir para evitarla. La alimentación, por ejemplo, juega un papel fundamental para su prevención. Ya sabemos que la dieta es una de las mejores aliadas para evitar diferentes patologías y, en este caso, hay determinados alimentos que pueden ayudar a evitar las infecciones urinarias. ¿Te quedas para conocer cuáles son? Eso sí, si quieres profundizar en el tema a nivel profesional, te recomendamos que eches un vistazo a nuestra oferta formativa para elegir la titulación que más se ajusta a tus objetivos y necesidades.

Causas de la infección de orina

La infección de orina se produce como consecuencia de la aparición de bacterias en las vías urinarias. La entrada se da a través de la uretra y estos invasores se multiplican en la vejiga.

Si bien es cierto que el aparato urinario está preparado para impedir la proliferación de dichas bacterias, a veces no contamos con las defensas fuertes para evitarlo y, cuando esto ocurre, los gérmenes pueden expandirse hasta causar una infección en el tracto urinario.

En el caso de la cistitis, esta es causada por la bacteria E. Coli que se localiza normalmente en el tubo gastrointestinal.

¿Cuáles son sus síntomas más comunes?

Los síntomas de la infección de orina pueden variar en función del punto en el que se encuentre la infección y también dependiendo de cada persona.

  • Orina con mal olor.
  • Necesidad continua de orinar.
  • Fuerte necesidad de vaciar la vejiga y dificultad para hacerlo.
  • Ardor o dolor al orinar.
  • Presencia de sangre en la orina.

5 alimentos para prevenir la cistitis

¿Sabías que la infección de orina es la segunda infección más frecuente en España? Suele darse principalmente en mujeres y se estima que cuatro de cada diez padece la patología al menos una vez a lo largo de su vida. Mientras que un 30% de mujeres la sufre de manera recurrente.

Para prevenir la infección de orina es indispensable seguir una serie de hábitos sobre los que hablaremos más adelante pero, además, es imprescindible reforzar la ingesta de algunos alimentos que actúan como protectores de la flora vaginal. ¡Toma nota!

Arándanos

Los arándanos rojos son ricos en taninos, quercitina y vitamina C y estos componentes evitan que la bacteria E. Coli, que causa la cistitis, se adhiera al tracto urinario.

Espárragos

Gracias a su acción diurética y aporte en fibra, los espárragos también te ayudarán a prevenir la infección de orina.

Otras verduras que tienen un efecto similar son los pepinos, los puerros o los apios, por ejemplo.

Brócoli

El brócoli, como muchas hortalizas, tiene el poder de combatir la acidez del organismo y esto evita la instalación de la bacteria E. Coli. Además, esta verdura aporta compuestos azufrados que tienen un efecto depurativo. Lo ideal es que lo consumas unas dos o tres veces a la semana.

Rabanitos

Los rabanitos tienen un efecto antibiótico y diurético y, por ello, su consumo también ayuda a evitar las infecciones. Incorpóralos en tus ensaladas de verano y benefíciate de todas sus propiedades.

Papaya

Por su alto contenido en vitamina A, la papaya también es una buena aliada para prevenir la aparición de infecciones y fortalecer el sistema inmunitario. Asimismo, las zanahorias, la calabaza o el boniato también son opciones igual de válidas por su rica composición en betacarotenos.

Recomendaciones para evitar las infecciones urinarias

Además de incluir en tu dieta estos alimentos, para prevenir la infección de orina también deberás prestar atención a otros hábitos como los siguientes. ¡Apunta!

  • Beber mucha agua e infusiones que contribuyan a la depuración del organismo.
  • No aguantarse las ganas de orinar para evitar la proliferación de gérmenes.
  • Orinar después de mantener relaciones sexuales (incluso aunque no se tenga ganas).
  • Procurar una buena limpieza de la zona íntima, pero sin darse una higiene excesiva para evitar la alteración de la flora vaginal.
  • Tomar probióticos para equilibrar la microbiota.