Sufrir de piernas cansadas es una patología recurrente entre la población. Los tobillos hinchados, la pesadez y las varices o arañas vasculares son su máxima representación. Pero, ¿hay remedio para ello? ¿cuáles son las causas de esta dolencia y cómo influye nuestro estilo de vida en los problemas circulatorios? Lo analizamos a continuación. Y, si quieres enfocar tu carrera profesional a este ámbito de la salud, te invitamos a formarte con el Postgrado en Patologías Crónicas Articulares para ampliar tus conocimientos en este área médica.

¿Por qué sufro de piernas cansadas?

Según un estudio publicado por Cinfa Salud, las molestias derivadas de las piernas cansadas afectan a siete de cada diez personas de todas las edades en nuestro país (especialmente en mujeres). La pesadez en la zona, la hinchazón y/o las arañas vasculares son los síntomas más característicos.

Si analizamos las causas de las piernas cansadas, el problema puede estar asociado a varias razones:

La edad

Varios estudios han demostrado que en el 60% de los casos, los problemas circulatorios se producen en personas mayores de 65 años.

El trabajo

Pasar demasiadas horas de pie o permanecer mucho tiempo sentado incrementa la mala circulación. En ambos casos se tiende a malas posturas y se produce una limitación en la movilidad de las piernas.

El calor

Con las altas temperaturas es más probable notar más molestias en las piernas y sentirlas más pesadas. Esto es así porque las venas se dilatan mucho más y la sangre se acumula en esa zona causando una mayor pesadez y sensación de cansancio.

La genética

El componente genético también juega un papel fundamental. Si tienes antecedentes familiares con problemas circulatorios hay más posibilidades de padecer mala circulación.

El embarazo

El 40% de las mujeres embarazadas sufren de piernas cansadas. Y es que, durante el periodo de gestación, se producen cambios hormonales y un aumento de peso que promueven la insuficiencia venosa (IVC), así como la aparición de varices en una gran mayoría de casos.

El estilo de vida

El sedentarismo y una dieta inapropiada influyen negativamente en la aparición de problemas circulatorios. Ya sabes, ¡somos lo que comemos y también lo que nos movemos!

Cómo mejorar la mala circulación

Si bien es cierto que la genética es un factor innato y que la edad también juega en nuestra contra, hay determinados hábitos que sí podemos cambiar para evitar las piernas cansadas y tener una mejor circulación. ¡Toma nota!

Ejercicios para aliviar el dolor de piernas

Mimar tus piernas y tus pies es una rutina que debes adquirir para mejorar las molestias y reducir la hinchazón. Para ello, puedes ayudarte de los ejercicios de automasaje. Asimismo, además de masajear la zona desde el tobillo hasta la rodilla, puedes estimular la movilidad de la pierna haciendo pequeños giros con el pie con varias repeticiones o refrescar el pie sobre una botella de agua congelada, ¡verás que alivio!

Alimentos contra la retención de líquidos

¿Sabías que hay alimentos aliados para evitar la mala circulación? La clave estar en seguir una dieta rica en vegetales y pescados, ya que ambos refuerzan el sistema venoso gracias al rico aporte en fibra, ácidos grasos poliinsaturados y antioxidantes.

En tu dieta anti-retención debes evitar las comidas procesadas y potenciar la ingesta de estos alimentos. ¡Apunta!

  • Las verduras detox como los puerros, los berros, los espárragos o las alcachofas.
  • Los flavonoides que se encuentran en los frutos secos, tés, soja y frutas y verduras como el limón, la naranja, el ajo o el brócoli.
  • La cebolla: estimula la circulación sanguínea y es altamente diurética.
  • Los frutos rojos por su poder antioxidante: arándanos, frambuesas, fresas y moras.
  • Los pescados azules como el salmón, las sardinas o la caballa por su acción antiinflamatoria.

Adiós al sedentarismo

El ejercicio junto a la alimentación son primordiales para activar la circulación y reducir la hinchazón. Nadar o ir en bicicleta y, en general las actividades físicas que implican un mayor trabajo cardiovascular, son las mejores opciones.

Por otra parte, puedes hacer pequeños ejercicios mañana y noche para mejorar la fluidez sanguínea. Poner las piernas en alto durante unos diez minutos o subir los talones haciendo varias repeticiones también te ayudará a sentir las piernas más ligeras.