Cuidar al cuidador es tan importante como que este cuide a las personas mayores y dependientes. Atender a estos colectivos es una labor muy sacrificada y constante, por lo que es fundamental proteger la salud física y psicológica de estos perfiles profesionales. En el Día Internacional de las Personas Cuidadoras dedicamos nuestro post a hablar sobre cómo promover su bienestar y evitar estados de estrés y ansiedad.

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¿Qué es el síndrome de sobrecarga del cuidador?

¿Has oído hablar del síndrome del cuidador? Se trata de una alteración a nivel físico y anímico, que sufren los cuidadores de personas dependientes. Este trastorno se manifiesta en forma de agotamiento físico y psíquico. Es un estado que se produce a raíz de estar sometido a un cansancio y estrés continuado.

Esta sobrecarga de trabajo en el cuidador tiene como consecuencias algunos sucesos como los siguientes:

  • Aumento de la carga y responsabilidad, física y psicológicamente.
  • Falta de independencia y dedicación completa al enfermo y/o persona dependiente.
  • Desatención de sí mismos y abandono de aficiones y planes propios. El cuidador/a antepone la atención y cuidados a las personas dependientes por delante de su vida personal, familiar y social.
  • Decaimiento progresivo de la calidad de vida del cuidador.

El estrés, la depresión y/o ansiedad, las alteraciones en el apetito y el peso, la fatiga, el insomnio, las alteraciones en el estado de animo y el agotamiento son algunos de los signos más evidentes del síndrome de sobrecarga del cuidador.

Cómo cuidar al cuidador: 5 claves imprescindibles

Vemos la implicación y dedicación que tienen los cuidadores, entregándose día y noche, olvidándose incluso de sí mismos en muchos casos. Pero ¿quién cuida al cuidador? ¿Es importante crear conciencia de esta situación y, lo más importante, tomar acción.

Cuidar al cuidador es indispensable para favorecer su salud física y mental, así como su autonomía y libertad para disfrutar de su espacio personal y social. A continuación, exponemos cinco claves para llevar a la práctica el cuidado del cuidador del adulto mayor.

1. Compartir responsabilidades

Uno de los primeros pasos para no llegar al extremo del estrés, la ansiedad y la extenuación, es que el cuidador sepa repartir y delegar responsabilidades. No puede ni debe llegar a todo. De hecho, debe contar con la ayuda de otras personas para compartir tareas y también emociones. De esta forma, el cuidador/a puede desahogarse y encontrar mejores soluciones a los problemas que puedan surgir.

2. Obtener una buena capacitación

En muchas ocasiones, el estrés en los cuidadores surge a raíz de no saber cómo enfrentar una situación, como un determinado síntoma o una alteración en el estado de ánimo de las personas dependientes.

Contar con una buena formación al respecto y reunir todo el conocimiento posible sobre las reacciones y acciones que pueden presentar estos pacientes, es un punto más para saber gestionar mejor las labores de cuidado.

3. Respetar el espacio y ocio personal

Para garantizar los cuidados del cuidador y favorecer su salud y bienestar, es fundamental respetar los horarios de trabajo y disfrutar del espacio personal y de realizar planes de ocio. Dedicarse a uno mismo, a pasar buenos momentos con la familia y los amigos, potencia la plenitud y el bienestar físico y mental. Y esta sensación también hará que la realización de las labores profesionales sean más eficientes.

4. No echarse la culpa

Muchos cuidadores tienden a culparse al ver que la persona a la que atienden dependiente empeora o que no mejora como se esperaba. Culpabilizarse es una mala costumbre que  solo alimentará el estrés y la ansiedad por una situación que realmente no depende de nadie. Hay que aceptar las circunstancias y realizar el mejor trabajo posible, siempre dentro de las posibilidades.

5. Saber marcar los límites

Cuidar al cuidador para porque este también sepa establecer los límites. Exigirse sin control y permanecer por y para la persona dependiente 24/7 no significa que su estado mejore y, de hecho, llegar a ese extremo, todavía empeora más el grado de dependencia del paciente.