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¿Qué es la reflexología?
Existe un halo de dudas acerca de la medicina tradicional y la reflexología. ¿Funciona realmente esta técnica medicinal ancestral? ¿Puede provocar otros problemas de salud? Hoy os contamos los mitos y realidades de esta práctica.
Pero antes de empezar, vamos a repasar qué es esta técnica relacionada con el ámbito médico y sanitario. La reflexología o reflexoterapia es una práctica que afirma que todo el sistema nervioso está reflejado en ciertos puntos del cuerpo como son los pies, las manos, las orejas o la nariz. Así, estas zonas mostrarían una sensibilidad o dolor especial que reflejarían la existencia de unan enfermedad en concreto que se solucionaría aplicando un masaje determinado. ¿Qué hay de cierto y de mito en esta metodología?
1.- Está contraindicada durante el embarazo
FALSO. Las terapias de reflexología o relexoterapia no solo no están contraindicados durante el embarazo, si no que ¡se recomienda! Durante las semanas de gestación, la práctica de masajear las zonas de reflejo ayuda a combatir la hipertensión y estimular el flujo sanguíneo en las piernas, lo que hace que las piernas se sientan más ligeras. Además, esta técnica ayuda a aliviar el dolor de espalda, una dolencia que afecta a muchas mujeres.
2.- Produce un efecto analgésico
VERDADERO. Un grupo de investigadores de la Universdad de Portsmouth, en Inglaterra, demostraron científicamente que las personas que usan la reflexología sienten hasta un 40% menos de dolor y muestran una resistencia al dolor un 45% superior a las personas que no la usan.
3.- Puede formar parte de una terapia de relajación
VERDADERO. Este método puede usarse como una fórmula para relajar, aunque el objetivo de esta técnica no es única y exclusivamente producir una sensación de relax. Entre otros efectos beneficiosos para el cuerpo, como la eliminación del estrés o la potenciación del sistema inmunológico.
4.- Hay algunas contraindicaciones en la reflexología
FALSO. No es cierto que la reflexología presente contraindicaciones, aunque sí que lo es que se debe evitar su práctica en ciertas situaciones o circunstancias. Estas podrían ser cuando se sufre infecciones o hongos en los pies, fascitis plantar o heridas en los pies.
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